¿APRENDEMOS TODOS IGUAL?
Estrategias de aprendizaje-enseñanza e inteligencias
múltiples
La Pedagogía se enfrenta a un gran reto en estos momentos y
éste es dirigir el proceso enseñanza aprendizaje de forma tal que el alumno
desarrolle un pensamiento reflexivo, crítico, que pueda aplicar, desde el punto
de vista cognoscitivo, estrategias para aprender por sí mismos. La perspectiva
se abre ante la necesidad de comprender que antes se concebía el aprendizaje
como un proceso externo al estudiante quien se veía como un ente pasivo, como
objeto del proceso, que debía repetir mecánicamente el contenido que el maestro
le transmitía; en la actualidad se enfoca como proceso interno que implica
cambios en las estructuras cognitivas y es a su vez influenciado por aspectos
biológicos, psicológicos, sociales y otros, ya que el alumno participa
activamente en su educación, mientras que el maestro es un mediador del
aprendizaje que guía los procesos de sus alumnos y concede importancia al
análisis de las actividades que involucran al sujeto con el objetivo de
seleccionar, adquirir, organizar, recordar o integrar el conocimiento.
Sin embargo, aún se analizan más los componentes personales
que los no personales, se maximiza el papel del profesor como rector de estos
últimos componentes. A pesar del énfasis en las diferencias individuales, así
como el papel activo del estudiante, aún la didáctica se centra más en la
enseñanza que en el aprendizaje.
Hay que trabajar sobre el error de la enseñanza memorística y prever la clase centrada en el alumno, la
independencia cognoscitiva así como las estrategias implícitas en la
impartición de clases directas y armónicas, que enriquezcan
con sus datos y permitan al estudiante descubrir por sí mismos los datos, la
información, el conocimiento.
Las estrategias de aprendizaje-enseñanza.
Ha de desarrollarse
en el alumno un pensamiento reflexivo, crítico, con el fin de que el educando
pueda aplicar, desde el punto de vista cognoscitivo, estrategias para aprender
por sí mismo.
También es esta una preocupación a nivel mundial en el
ámbito pedagógico. Esta necesidad de que los estudiantes aprendan a aprender ha sido señalada por la UNESCO desde los
años 80 en su Informe Delors como uno de los cuatro pilares en que debe
sustentarse la educación del hombre del siglo XXI.
Si tuviéramos que elegir un lema, un mantra que guiara las
metas y propósitos de la escuela del siglo XXI, sin duda el más aceptado a
estas alturas entre los educadores e investigadores, políticos que toman
decisiones sobre la educación e intelectuales que reflexionan sobre ella, sería
que la educación tiene que estar dirigida a ayudar a los alumnos a aprender a aprender. De hecho es
difícil encontrar alguna reflexión sobre el futuro de la educación que no
afirme enfáticamente que una de las funciones de la educación futura debe ser
promover la capacidad de los alumnos de gestionar su propio aprendizaje, adoptar
una autonomía creciente en su carrera académica y disponer de herramientas
intelectuales y sociales que les permita un aprendizaje continuo a lo largo de
toda su vida.
El planteamiento anterior nos ofrece elementos de singular
interés como lo es la función de la educación, no tan futura sino ya plenamente
vigente, de promover la capacidad de los alumnos de gestionar su propio
aprendizaje, de hacerlos responsables y entes activos de su propia educación
comenzando desde la escuela primaria hasta la universitaria para dotarlos de
las herramientas intelectuales y sociales que hagan posible su desarrollo
continuo en el posgrado.
En el presente, se trata de enseñar estrategias de
aprendizaje enseñanza en la universidad, a menudo con un enfoque centrado en
las técnicas de estudio, en un intento para lograr mejores resultados en la
preparación de los estudiantes.
Los profesores cuentan con resultados de investigaciones,
orientaciones metodológicas, información en todos los aspectos, pero, ¿qué
poseen los alumnos? Si queremos brindar la posibilidad de un aprendizaje
reflexivo, de permitir que los estudiantes tomen decisiones adecuadas en
situaciones nuevas y de aventurarse a la originalidad, entonces el alumno, como
responsable principal de su aprendizaje, debe tener a su disposición este
conocimiento, o sea, aprender sobre el aprendizaje para orientar su propio
proceso, pero para ello es preciso que los profesores conozcan mejor a sus
estudiantes y puedan orientarlos debidamente.
A su vez, quienes se ocupan del enseñar y del aprender, han
de apoyar su acción en la reflexión sobre los modos en que el conocimiento y el
aprendizaje se conciben y construyen.
En diferentes sistemas educativos se norma que los alumnos
aprendan a aprender, lo que se ha concretado en el currículo, tanto en la
inclusión de técnicas de estudio como procedimientos generales y como en
orientaciones didácticas para su desarrollo a través de los contenidos de las
asignaturas.
Así, se reconoce como una línea psicopedagógica de primera
magnitud a las estrategias de aprendizaje enseñanza y hay autores que la
consideran tema estrella de la psicopedagogía
actual.
Generalidades acerca de las estrategias de aprendizaje
enseñanza
Se hace evidente que en nuestras aulas aún persiste el
carácter reproductivo del pensamiento de los estudiantes a causa de la
concepción tradicional del aprendizaje plasmado en los planes y programas de
enseñanza, que propicia en esencia las formas empíricas del pensamiento. El
maestro no siempre precisa los objetivos a alcanzar para el desempeño
intelectual que debe lograr el alumno, lo cual dificulta la organización de la
actividad cognoscitiva para propiciar su desarrollo, para enseñarle estrategias
cognitivas.
En la concepción actual de la enseñanza, ofrecer información
a los alumnos no es suficiente, lo más importante es enseñar al alumno a
buscarla, organizarla e interpretarla.
Toda intervención en
la enseñanza de las estrategias de aprendizaje enseñanza debería basarse en:
· La organización de su enseñanza.
· El rol que deben adoptar los docentes para lograr su
adquisición.
Se plantean diversas clasificaciones de las estrategias de aprendizaje enseñanza.
Señalemos dos grandes grupos:
I- Clasificación
según los niveles de procesamiento y de control exigido. Clasificación de
Weinstein.
· Estrategias de repetición.
· Estrategias de repetición.
- para tareas elementales de aprendizaje: Ej. La repetición
- para tareas complejas de aprendizaje: Ej. El subrayado o
la copia.
· Estrategias de elaboración: implican construcción
simbólica de lo que se trata de aprender.
- para tareas elementales de aprendizaje: Ej. Imágenes mentales, palabras claves.
- para tareas complejas de aprendizaje que buscan establecer puentes entre lo que ya se sabe y lo nuevo. Ej. Las analogías, el parafraseado.
- para tareas elementales de aprendizaje: Ej. Imágenes mentales, palabras claves.
- para tareas complejas de aprendizaje que buscan establecer puentes entre lo que ya se sabe y lo nuevo. Ej. Las analogías, el parafraseado.
· Estrategias de
organización. Pueden emplearse para la comprensión, aprendizaje, retención
y evocación de la información contenida en los textos. Se diferencian de las
estrategias de elaboración, en términos funcionales, en que éstas establecen
conexiones entre la información nueva y la ya almacenada en nuestra memoria,
mientras que las de organización relacionan unos datos con otros pero a lo
interno.
- para tareas elementales de aprendizaje. Se trata de
reestructurar la información para hacerla más inteligible. Ej. agrupamiento en
categorías, taxonomización.
- para tareas complejas de aprendizaje. Ej. identificación
de la estructura de un texto, los diagramas causa-efecto, las jerarquías
conceptuales, etc.
· Estrategias de
regulación y control. Implican la utilización y dominio de la
metacognición. Incluyen el establecimiento de metas, la evaluación del grado de
logro de las mismas y la modificación de las estrategias empleadas cuando no
son pertinentes.
· Estrategias afectivo-motivacionales. Involucran la creación de un clima idóneo para el aprendizaje, en un lugar pertinente para evitar las distracciones, el uso de la relajación y el habla autodirigida para reducir la ansiedad, establecer prioridades.
II- Clasificación
según secuencia de procesamiento de la información y procesos implicados en el
aprendizaje. · Estrategias afectivo-motivacionales. Involucran la creación de un clima idóneo para el aprendizaje, en un lugar pertinente para evitar las distracciones, el uso de la relajación y el habla autodirigida para reducir la ansiedad, establecer prioridades.
· Estrategias de sensibilización
- motivación
- formación, cambio o mantenimiento de actitudes
- control emocional, mejora de la autoestima
· Estrategias de atención
- atención global
- atención selectiva
- atención sostenida
- meta-atención
· Estrategias de adquisición
- comprensión
- transformación
- retención
En esta clasificación aparecen las estrategias de
personalización que incluyen la creatividad, el pensamiento crítico y la
autorregulación (planificación, regulación, evaluación).
Entre las estrategias de adquisición de conocimientos por su
parte, se mencionan las estrategias de elaboración, de organización y de
ensayo. Como aspectos generales de la elaboración se considera la elaboración imaginaria
(imágenes) y la elaboración verbal (parafrasear, activar conocimientos previos,
seleccionar la idea principal, pensar en analogías, hacer inferencias, hacerse
preguntas). Son calificadas como herramientas poderosas que le permiten al
estudiante la construcción simbólica sobre la información que está asimilando
para hacerla significativa, para que el aprendizaje sea más duradero y fácil de
evocar.
Por su parte, las estrategias de ensayo se refieren a un
conjunto de estrategias que consisten en repetir o practicar la información,
con el fin de codificarla. Están directamente relacionadas con la habilidad
para transferir la información al sistema de memoria.
Dansereau ofreció una visión de conjunto de las estrategias
de aprendizaje y las diferenció entre primarias y secundarias. Las primarias
definen la relación directa entre el alumno y el material. Las secundarias se
dirigen a la creación de condiciones tanto del propio alumno como de su
ambiente de trabajo. El modelo pudiera ampliarse incorporando las Estrategias
Motivacionales, dirigidas a establecer metas, a lograr que los estudiantes
atribuyan sus éxitos y/o fracasos a sí mismos y no a factores externos o a la
suerte, a fortalecer la autoestima y desarrollar incentivos en el aprendizaje.
Varios autores dan lugar privilegiado al incremento de la autoestima ya que
está relacionada en forma directa en sentido positivo con la capacidad de
aprender.
También se incluirían las Estrategias de Cooperación,
dirigidas a estimular actitudes de trabajo en grupo y en equipo, lo que incluye
compartir información y recursos, ayudar a quien lo solicite y pedir ayuda
cuando sea necesario.
Se sugiere también incorporar un nuevo componente de las
estrategias de aprendizaje: Estrategias de Búsqueda o de Navegación que se
ofrece particularmente por medio del world wide web (www), a través del cual el
propio estudiante determina donde centrará su atención en el copioso flujo de
información a su alcance.
A pesar de la gran diversidad existente en la taxonomía de
las estrategias de aprendizaje enseñanza, observamos que existen ciertas
coincidencias entre algunos autores en establecer tres grandes clases de
estrategias: cognitivas, metacognitivas y de manejo de recursos.
Las estrategias cognitivas se refieren a la integración del
nuevo material con el conocimiento previo. Así, serían un conjunto de
estrategias que se utilizan para aprender, codificar, comprender y recordar la
información al servicio de determinadas metas de aprendizaje. Dentro de este
grupo Weinstein y Mayer distinguen tres clases de estrategias: estrategias de
repetición, de elaboración y de organización, ya mencionadas anteriormente.
Además, dentro de esta categoría de estrategias cognitivas están las
estrategias de selección cuya función principal es la de seleccionar aquella
información más relevante con el fin de facilitar su procesamiento.
Por otra parte, las estrategias metacognitivas hacen
referencia a la planificación, control y evaluación por parte de los
estudiantes de su propia cognición. Una buena base de conocimientos de las
características y demandas de la tarea, de las capacidades, intereses y
actitudes personales y de las estrategias necesarias para completar la tarea,
son requisitos básicos de la consciencia y conocimiento metacognitivo, además
de la regulación y control que el propio sujeto debe ejercer sobre todo lo
anterior. La metacognición regula de dos formas el uso eficaz de estrategias:
en primer lugar, para que el individuo pueda poner en práctica una estrategia,
antes debe tener conocimiento de estrategias específicas y saber cómo, cuándo y
por qué debe usarlas. En segundo lugar, mediante su función autorreguladora, la
metacognición hace posible observar la eficacia de las estrategias elegidas y
cambiarlas según las demandas de las tareas.
Las estrategias de manejo de recursos, constituyen una serie
de estrategias de apoyo que incluyen diferentes tipos de recursos que
contribuyen a que la resolución de la tarea se lleve a buen término. Tienen
como finalidad sensibilizar al estudiante con lo que va a aprender; y esta
sensibilización hacia el aprendizaje integra tres ámbitos: la motivación, las
actitudes y el afecto. Este tipo de estrategias, en lugar de enfocarse
directamente sobre el aprendizaje tendrían como finalidad mejorar las
condiciones materiales y psicológicas en que se produce ese aprendizaje
(control del tiempo, la organización del ambiente de estudio, el manejo y
control del esfuerzo, etc.). Ya se habla incluso de una Didáctica
Metacognitiva.
Poggioli presenta lo que ella denomina Estrategias de Estudio que comprenden todas aquellas operaciones,
implícitas o explícitas, llevadas a cabo por los estudiantes en el proceso de
estudiar. Se refieren, básicamente a las operaciones que permiten a los
alumnos aprender información contenida en materiales en forma de prosa. Las
estrategias de estudio tienen como objetivos 1) ayudar al estudiante a prestar
atención a los aspectos relevantes del material de estudio y 2) asegurarse que
el material sea transferido a la memoria de trabajo para ser elaborado y poder
ser transferido posteriormente a la memoria de largo plazo. Estas estrategias
dirigen la atención del estudiante hacia las partes relevantes de la
información contenida en el texto, limitan la cantidad de atención que el
estudiante le presta a la información del texto, estimulan la codificación
permitiendo al estudiante añadir información a la ya almacenada en su sistema
de memoria, permiten el establecimiento de relaciones internas, obligando al
estudiante a construir un esquema o a darle una organización coherente al
material y finalmente, permiten la construcción de relaciones externas,
estimulando al estudiante para que añada sus comentarios o reacciones a la
información contenida en el texto. Las estrategias más utilizadas por los estudiantes
son tomar notas, subrayar, resumir y repasar.
Las estrategias de aprendizaje de enseñanza y las
inteligencias múltiples.
Para hablar de estrategias de aprendizaje enseñanza es
necesario analizar aspectos esenciales de los estudiantes a los cuales van
dirigidas. Cada alumno es un individuo de personalidad irrepetible, sin
embargo, hay regularidades sobre las cuales podemos construir nuestras
estrategias al considerar los métodos a emplear ya que sabemos que las
estrategias están íntimamente relacionadas con la categoría método.
Para aplicar las estrategias con buenos resultados es muy
importante conocer las necesidades, intereses y motivaciones de los
estudiantes, y prestar atención especial a sus preferencias individuales. Las diferencias individuales han de considerarse
en lugar destacado, sobre todo la manera que tienen los alumnos de relacionarse
con el mundo. El objetivo no es dejar a cada uno en su canal preferido de
sintonías sino ofrecerles y entrenarlos en diversas estrategias de aprendizaje
de las que puedan seleccionar las adecuadas de acuerdo a las características de
la tarea a aprender.
Si los estilos de enseñanza de los profesores logran hacerse
corresponder con los tipos de preferencia de los alumnos y sus estilos de
aprendizaje, el proceso de la educación transitaría por caminos más amplios,
diversos y con mayor efectividad.
Así, por ejemplo, un alumno extrovertido necesita estímulos
externos y disfruta de interacciones abiertas e interactivas; un profesor de
este tipo quiere una clase muy activa. La preferencia por la extroversión hace
que el estudiante piense en voz alta, aprenda haciendo, le guste trabajar en
grupos y necesite retroalimentación de los profesores y compañeros de aula.
En contraste, el tipo introvertido mira hacia adentro para
su satisfacción y seguridad, disfruta los eventos y relaciones intensos. El
profesor introvertido gusta de una clase tranquila en la que sus alumnos
trabajen en un proyecto a la vez. La preferencia por la introversión hace que
el alumno piense muy bien antes de arriesgarse, estudia solo y se motiva a sí
mismo.
Consideramos también de gran relevancia en este aspecto
tomar en cuenta la teoría de las Múltiples
Inteligencias de Gardner. Este autor plantea que las inteligencias
múltiples deben considerarse y reconocerse ya que muestran todas las variadas
inteligencias humanas, y todas las combinaciones de estas inteligencias. Los
seres humanos somos grandemente diferentes porque todos tenemos diferentes
combinaciones de inteligencias; si lo reconocemos así, tendremos al menos una
mejor oportunidad de enfrentar apropiadamente los muchos problemas que el mundo
nos pone como retos.
Gardner propone una mirada pluralista de la mente al reconocer
muchas facetas diferentes de la cognición y así reconoce que las personas
tienen diferentes fortalezas cognitivas y estilos de aprendizaje contrastantes.
Coincidiendo con el criterio de este autor, consideramos que
esta teoría es de gran interés particularmente para los profesores de cualquier
nivel de enseñanza ya que propone capacidades de inteligencias autónomas que
resultan en muchas formas diferentes de saber, comprender y aprender acerca del
mundo que nos rodea. Si se preguntara cuál es el mejor alumno de una clase, no
sería fácil responder. ¿Por qué un estudiante es brillante en Matemática y
rezagado en Español Literatura o Inglés? La teoría de Gardner nos ofrece una
respuesta a esta interrogante. Naturalmente, no debemos confundir los estilos de
aprendizaje con las inteligencias múltiples. Los estilos pueden variar de tarea
en tarea, las inteligencias múltiples, no.
Gardner identificó siete tipos de inteligencias y
posteriormente añadió una octava; él las explica como talentos o aptitudes y
las define de esta forma:
- Inteligencia corporal kinética es la habilidad para usar el cuerpo para expresar ideas y sentimientos y solucionar problemas.
- Inteligencia intrapersonal: la habilidad para comprenderse a uno mismo –nuestras fuerzas, debilidades, estados de ánimo, deseos.
- Inteligencia interpersonal: la habilidad para comprender los estados de ánimo, sentimientos, motivaciones e intenciones de otras personas.
- Inteligencia lingüística: la habilidad para usar las palabras eficazmente, de forma oral o escrita.
- Inteligencia lógico-matemática: la habilidad para usar números con efectividad y razonar bien.
- Inteligencia musical: la habilidad para sentir el ritmo, entonación y melodía.
- Inteligencia espacial: la habilidad para sentir la forma, el espacio, el color, la línea, la forma.
- Inteligencia naturalista: la habilidad para reconocer y clasificar plantas, minerales y animales.
Las inteligencias trabajan juntas en formas complejas,
siempre están interactuando, no existen aisladamente. Hay muchas formas de ser
inteligente. No existen standards de atributos que uno deba tener para ser
considerado inteligente. Cada persona posee todas las ocho inteligencias que
funcionan juntas de una forma única. Las inteligencias pueden desarrollarse,
Gardner sugiere que todos tenemos la capacidad de desarrollar las ocho
inteligencias a un nivel razonablemente alto de actuación con instrucción y
enriquecimientos adecuados, y es en este aspecto, a nuestro juicio, donde
juegan su papel principal las estrategias de aprendizaje enseñanza. Armstrong
señala algunos de estos aspectos como implicaciones de la teoría de las
Múltiples Inteligencias en la enseñanza de una segunda lengua.
Todas las personas, independientemente de su pertenencia a grupos étnicos o
culturales aprenden de forma diferente unos de otros y de otra gente en el
mismo grupo. La mayoría de los estudiantes son capaces de aprender cualquier
cosa si comienzan su aprendizaje usando su estilo preferido, y si el profesor
tiene en cuenta sus inteligencias, entre otros factores. El objetivo final es
que puedan aplicar lo aprendido de forma significativa, logrando sus metas con
una más alta calidad.