lunes, 30 de diciembre de 2013

INTELIGENCIA EMOCIONAL: ADICCIONES. LA ACTUACIÓN DEL COACH DE FAMILIA

Los problemas de adicciones: drogas, alcohol, otros
Aplicaciones de la inteligencia emocional
ACTUACIÓN DE COACH DE FAMILIA

En primer lugar dejar claro que la inteligencia emocional no es la panacea con la que abordar todos y cada uno de los problemas que  tienen lugar en la familia, sin embargo, sí que puede resultar de utilidad como  complemento a otras formas de intervención profesional, como ocurre en los problemas de adicción a alcohol, drogas u otros. Cualquier conducta normal placentera es   susceptible de convertirse en un comportamiento adictivo, siendo los componentes fundamentales de los trastornos adictivos la pérdida de control y la dependencia, aspectos estrechamente relacionados con la inteligencia emocional  que como Coach de Familia utilizamos como herramienta.


Para Griffiths cualquier comportamiento que cumpla estos seis criterios será definido inicialmente como adicción:

SALIENCIA: Actividad particular que se convierte en la más importante en la vida del individuo y domina sus pensamientos, sentimientos y conducta.

MODIFICACION DEL HUMOS: Experiencias subjetivas que la gente experimenta como consecuencia de implicarse en la actividad.

TOLERANCIA: Proceso por el cual se requiere incrementar la cantidad de una actividad particular para lograr los efectos anteriores.

SINDROME DE ABSTINENCIA: Estados emocionales desagradables y/o efectos físicos que ocurren cuando una actividad particular es interrumpida o repentinamente reducida.

CONFLICTOS: Se refiere a los conflictos que se desarrollan entre el adicto y aquellos que le rodean (conflicto interpersonal), conflictos con otras actividades (trabajo, vida social, intereses, aficiones), o dentro de los propios individuos (conflicto intrapsíquico) que están involucrados con la actividad particular.

RECAIDA: Es la tendencia a volver a los patrones tempranos de la actividad, restaurando incluso los patrones más extremos de la adicción tras muchos años de abstinencia o control.



Puede decirse que lo importante en la adicción no es la actividad concreta que genera la dependencia, sino la relación que se establece con ella. Es una relación negativa, incluso destructiva que el sujeto se muestra incapaz de controlar y para ello la presencia del Coach de familia como guía y colaborador de la familia para tratar de sacar de cada uno lo mejor, descubrir las debilidades y potenciar las fortalezas.
Sabiendo que los factores que convierten a una persona en un adicto son de tipo personal y social, así como propios de la sustancia u objeto de la adicción, podemos encontrar la utilidad de la inteligencia emocional en el campo de la prevención, de ahí muchas veces la importancia del Coach de familia como sujeto miembro externo de la familia que ayuda a descubrir las amenazas y corregirlas antes de que surjan.

Por una parte, porque promover el manejo de las emociones incómodas o molestas y su reconducción hacia conductas más deseadas por el sujeto, puede suponer un cambio radical en el estilo de afrontamiento de las situaciones difíciles, evitando la alternativa rápida y comprometida del consumo de sustancias o adicciones de cualquier tipo.

Por otra, porque la introspección y autoconocimiento impulsados por la inteligencia emocional servirán a la persona para conocer mejor sus capacidades y dificultades; la introspección y autoconocimiento en muchas ocasiones para descubrirlo, reflexionar y aplicarlo necesita de un experto que provoque a los sujetos implicados para conseguirlo; este experto es el Coach de familia .
La persona que se conoce mejor, es más dueña de sí misma, más capaz de tomar decisiones responsables, más consciente también de la renuncia que supone el desarrollar conductas contrarias a las deseadas (por la coacción del grupo o la curiosidad).



Promover la inteligencia emocional en nuestros hijos es sin duda un factor protector frente a los problemas de adicción, si bien no es garante de que éstos no vayan a suceder.
Cuando estamos hablando de un problema de adicción en un miembro de la familia, estamos señalando un problema que afecta a toda la familia, sin excepción y en la mayoría de las ocasiones para afrontarlo se requiere la presencia de un miembro externo que trabaje con toda la familia y este es el Coach de familia.

Los padres que son capaces, frente a tan difícil situación, de mantener ciertas dosis de manejo emocional, empatía y motivación tanto hacia el hijo afectado como hacia los demás miembros del grupo familiar pueden ayudar enormemente a la resolución del problema así como a la prevención de otros nuevos.
No es extraño que al tiempo que uno de los hijos tiene un trastorno de adicción a sustancias, otro, que no tenía dificultades en ese sentido, comienza a manifestar conductas de rechazo hacia la familia, llamadas de atención, celos por la dedicación requerida por el hermano o hermana, etc.

La sensibilidad por parte de los padres y la expresión de emociones en el núcleo familiar puede ayudar a evitar problemas y a conseguir una mejor colaboración de todos para ayudar a quien más lo pueda estar necesitando.

Si deseas resolver estos problemas y más que surgen en el seno familiar contacta con un Coach de Familia y descubrirás de lo que eres capaz.
Cristina Muñoz Alustiza (Profesora del Centro de Humanización de la Salud.