ADOLESCENTES: LOS GRANDES ADICTOS A MOVILES,
VIDEOJUEGOS, ORDENADOR, INTERNET, CHAT……
El gran desarrollo de las nuevas tecnologías ha ido paralelo al surgimiento de una nueva línea de trabajo en el problema de las Adicciones.
A es un
adolescente de 19 años que dedica un
promedio de acceso a Internet más videojuegos de más de 10 horas diarias. El
joven, había terminado por negarse a seguir sus estudios, y realizar cualquier tipo de actividad
laboral; únicamente se reunía con amigos con las mismas aficiones que
potenciaban su adicción; además se conjugaban con comienzo de adicciones a
drogas. Renunciaba a salir con otros amigos que no tuvieran las mismas
adicciones. Cuando sus padres la trajeron a mí su patrón horario había variado,
su conducta era sumamente agresiva hacia su entorno familiar. A. dormía durante
la mañana y la tarde- noche se la pasaba conectada a juegos de internet y videojuegos. Lo más preocupante
era renuncia total a cualquier otro tipo de actividad.
El ejemplo de A. pone de relieve que existen, potencialmente, sujetos cuya
conducta con Internet, videojuegos, chats, móvil, etc, es más que preocupante
por el uso excesivo que pueden hacen de ellos. Este tipo de conducta se me ha repetido en varios adolescentes.
Este tipo de conductas repetitivas
tiene en común que:
·
resultan
placenteras en la primera fase,
·
pero después no
pueden ser controladas por el sujeto.
Al igual que en otras adicciones, el sujeto acabará efectuando dicha
conducta.
- ya no tanto por la búsqueda de gratificación,
- sino por reducir el nivel de ansiedad que les produce el hecho de no realizarla.
Estaríamos, pues, hablando de una adicción en toda regla, la diferencia es
que no estaríamos delante una adicción química (marihuana, nicotina, alcohol,
etc...) sino ante una adicción de carácter psicológico. Ambas,
desgraciadamente, suelen manifestarse conjuntamente en muchos de los afectados
como era el caso.
¿ Las nuevas tecnologías son un riesgo potencial para la adicción?
La mayoría de
expertos coinciden en señalar que dichas tecnologías no generan, por sí mismas,
la adicción. Las personas con determinados problemas previos son las que más
recurren a ellas y hacen un uso indebido.
Los jóvenes que se encuentran en situación de riesgo son aquellos que han crecido en un ambiente familiar poco propicio para su desarrollo o falto de un adecuado nivel comunicativo, suelen poseer una baja autoestima y tienden a huir de un mundo adulto que les resulta hostil, refugiándose en las nuevas tecnologías. A ello se une, en el caso de los adolescentes, el hecho de encontrarse en un periodo de cambios tanto físicos como emocionales. La no aceptación de la propia imagen corporal, la baja autoestima, la inseguridad y otros factores, pueden hacer de las nuevas tecnologías un refugio ideal para que los adolescentes proyecten ante los otros una imagen "más ideal" o incluso "irreal" de sí mismo para hacerla más atractiva según los vigentes cánones sociales…
Un joven tímido
por naturaleza puede encontrar en la "privacidad" del ciberespacio un
medio para liberarse de las ansiedades que le producen las relaciones sociales
diarias en contacto directo. En principio esta actividad, dentro de unos límites,
no debería suponer nada pernicioso. La barrera de lo patológico se cruza cuando
dicha conducta implica tanto al sujeto que conduce a dependencia. La persona
reduce progresivamente su campo de intereses y sus obligaciones, de manera que
la conducta adictiva termina por acaparar su vida y no existen otras
actividades gratificantes fuera de la conducta motivo de la adicción.
Es, en definitiva, la adicción, la que les impide desarrollar sus habilidades sociales en la vida real, les hace hipersensibles a los juicios de los demás y acrecienta su inseguridad. A partir de aquí se desarrolla una tendencia al aislamiento, se rompen las relaciones sociales, se produce el fracaso escolar y aparece la agresividad en ocasiones dirigida contra los propios miembros de la familia.
Es, en definitiva, la adicción, la que les impide desarrollar sus habilidades sociales en la vida real, les hace hipersensibles a los juicios de los demás y acrecienta su inseguridad. A partir de aquí se desarrolla una tendencia al aislamiento, se rompen las relaciones sociales, se produce el fracaso escolar y aparece la agresividad en ocasiones dirigida contra los propios miembros de la familia.
1-Cuando la
actividad de la que sospechamos pasa a ser el centro prioritario para EL
ADOLESCENTE. Todo lo demás pasa a segundo término, incluso actividades que
antes le eran placenteras.
2-Si se confirma un aislamiento del resto de la familia. Se pasa horas encerrado en su habitación y le cuesta respetar incluso los horarios de comida o sueño.
3-Se vuelve agresivo e irascible. Discute fácilmente y no atiende a razones.
4-Se utiliza la mentira para justificar o tapar algunas de sus conductas. En
casos extremos puede haber conductas de hurto para conseguir dinero en el caso
que lo necesite para seguir con su adicción. No reconoce que tenga un problema.
No quiere hablar de ello.
-El tratamiento
debe ajustarse a las peculiaridades de cada sujeto y sus circunstancias,
teniendo en cuenta que la mayor parte de los afectados son adolescentes y, por
tanto, sujetos a cambios orgánicos y psicológicos que se pueden vivir con
cierto estrés. Idealmente, el primer paso requiere el reconocimiento del
problema por parte del afectado, es decir, reconocer que se "está
enganchado" y que tras comprender el problema, se adopte una actitud de
motivación hacia el cambio. Se valorará la conveniencia de la abstinencia total
o la implantación de un programa progresivo. En este último caso se podría
fijar unos límites en tiempo o contenidos.
-Como objetivo fundamental deberá prestarse especial atención a los posibles motivos de base que han podido propiciar la adicción. ¿Tiene la persona problemas de algún tipo y el uso del ordenador u otros, le permite una válvula de escape? ¿Hay otro trastorno clínico que se expresa mediante esta conducta? ¿Cual es la relación con la familia y amigos?....
-La evaluación y el tratamiento se efectuará a varios niveles:
1-A nivel del sujeto:
-Evaluar sus niveles de autoestima y autoimagen (aceptación del propio cuerpo).
Indagar en el terreno emocional (posible presencia trastornos asociados:
depresión, etc...). Explorar su adaptación en los ámbitos familiar-escolar y
social (manejo de habilidades sociales, relación con sus iguales, círculo de
amistades...). Una historia evolutiva puede ayudarnos a verificar posibles
conductas desadaptadas con anterioridad. Puede ser necesario, en caso de
adicción a internet, o videojuegos agresivos verificar los posibles contactos
de riesgo establecidos (drogas, violencia, sexo, grupos anti-sistema...).
-El tratamiento será personalizado y deberá tratar, las diferentes áreas
afectadas (mejora de la autoestima, entrenamiento en habilidades sociales...),
paralelamente al establecimiento de un programa conductual, que suponga poner
bajo control externo (padres, educadores...) la conducta adictiva. Lo ideal es
que se llegue a un acuerdo con el afectado, para limitar en tiempo la conducta
no deseada y supeditarla a la realización de tareas positivas para el individuo
pero de menor frecuencia de aparición (estudiar, efectuar actividades
deportivas, relacionarse...). En casos más severos, puede establecerse,
momentáneamente, una retirada total del elemento adictivo aunque ello puede
entrañar otros problemas. Deberá sólo hacerse bajo supervisión profesional.
-La incorporación a terapias de grupo puede ser muy adecuada en estos trastornos, tanto para mejorar las habilidades sociales como en la aceptación y motivación hacia el cambio.
2-A nivel de familia:
-La incorporación a terapias de grupo puede ser muy adecuada en estos trastornos, tanto para mejorar las habilidades sociales como en la aceptación y motivación hacia el cambio.
2-A nivel de familia:
El papel de la familia es de suma importancia en el resultado del
tratamiento. Debe diseñarse, según las características y roles de las personas implicadas,
un plan que fomente la comunicación no coercitiva y la confianza. Es probable
que se tengan que enseñar estrategias para la resolución de problemas y ajustar
el sistema de funcionamiento familiar, identificando las personas con mayor
peso en la toma de decisiones.
3-A nivel de iguales:
Establecer complicidades con alguna persona de su edad con la que tenga una
buena amistad, cuando es posible, supone el tener un aliado importante. Estas
amistades pueden servir de apoyo y acompañamiento en todo el proceso y en
diferentes ámbitos extra-familiares
Dos
suposiciones erróneas de los adolescentes a tener en cuenta:
1º/ La suposición de que todo el mundo le observa
constantemente (Audiencia imaginaria). Ello puede provocar gran
desasosiego especialmente en los más vergonzosos e introvertidos y llevarlos a
refugiarse en las redes de internet y de los videojuegos.
.
2º/ Muchos adolescentes pueden pensar que sus experiencias personales son únicas y que sus padres u otras personas no las entenderán (Fábula personal).
2º/ Muchos adolescentes pueden pensar que sus experiencias personales son únicas y que sus padres u otras personas no las entenderán (Fábula personal).
"El grupo de iguales es en numerosas ocasiones
refugio frente a los conflictos familiares y sociales. La dependencia de este
grupo suele ser grande entre los adolescentes y jóvenes, contrastando con su
autoconciencia de libertad" (mucho cuidado cuando tienen las mismas
adicciones, se complica el problema de adicción).